El goce culinario para su gato a menudo se traduce en una diversidad de texturas, gustos y aromas. ¿Cómo equilibrar este disfrute con las necesidades nutricionales que garantizan su salud? Ahora es posible deleitar su paladar siguiendo ciertas pautas y prácticas de alimentación saludable.
La salud y bienestar de su gato pueden estar ligados a una dieta diversificada, y él será el primero en comunicárselo. Es su responsabilidad perfeccionar el arte y la técnica de ofrecerle comidas de alta calidad.
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¿Mi gato tiene que comer siempre lo mismo?
La mayoría de los gatos no se conforman con una rutina en sus dietas, según estudios recientes llevados a cabo por etólogos en 500 gatos. Estos estudios, que incluyeron a gatos domésticos, permitieron categorizarlos según sus tendencias y comportamientos alimenticios.
Estas investigaciones nos dan pistas sobre lo que un gato podría preferir si tuviera la libertad de seleccionar entre una variedad de alimentos. Nos revelan que sus predilecciones y deleites son sumamente personales y que un equilibrio nutricional se logra a través de la diversidad, siempre y cuando prestemos atención a sus señales.
Al imponer una dieta muy estructurada, ya sea limitando las comidas, la manera de presentarlas, el tipo de alimento (seco o húmedo), la fuente de proteína (carne o pescado), o el lugar donde se sirve, el gato puede manifestar comportamientos no deseados como bulimia, desinterés o buscar comida en otros lugares. La supervisión extrema de los humanos sobre la alimentación del gato, sumada a la escasa actividad en la búsqueda de alimentos, puede conducir a problemas de sobrepeso y obesidad en el animal.
Enriquecer las experiencias alimentarias a una edad temprana
Las preferencias alimenticias de su gato no son innatas, sino que se desarrollan durante su primer año de vida. Desde pequeño, su gatito va moldeando su paladar y sentidos al probar diferentes alimentos. Les atraen las novedades. Introduciendo gradualmente diversas texturas, desde las más blandas a las más crujientes, se le capacita para disfrutar de una dieta combinada, entre patés y croquetas, complementada con comidas caseras equilibradas. Esta exploración de diferentes sabores le permitirá enriquecer su alimentación con variedades de carnes o pescados.
Al incorporar un alimento nuevo, siempre se da una fase de adaptación. Puedes ir intercalando distintos alimentos nutricionalmente completos y bien aceptados durante un día o semana, teniendo en cuenta las proporciones adecuadas si decides combinarlos. Si tu gato se acostumbra y valora la variedad, te será más sencillo presentarle nuevas opciones conforme crezca, especialmente si necesitas modificar su dieta por razones de salud o económicas.
Los caprichos culinarios de los pequeños felinos
A los gatos les atraen las peculiaridades, ya sea por sabor, tonalidad o consistencia, lo que puede llevarlos a rechazar un alimento que anteriormente disfrutaban. Una mayor sensibilidad hacia los gustos amargos y salados puede hacer que sean más selectivos.
Si su gato huele demasiado su comida, es probable que le desagrade. Sin embargo, si está enfermo y pierde su sentido del olfato, podría no diferenciar entre buenos y malos alimentos, llegando incluso a no querer comer. En tal situación, es vital consultar al veterinario para garantizar que reciba los cuidados apropiados y reavivar su interés por la comida.
Prefieren consumir múltiples pequeñas porciones durante el día y la noche. Por ello, incluso de adultos, si tienen acceso al exterior, buscarán variedad cazando, aunque no siempre consuman lo que capturen.
El juego y la comida son dos actividades que suelen complementarse. Permita que su gato «caze» sus croquetas dispersándolas o usando dispensadores ingeniosos. Proveer acceso constante a agua, ya sea en chorros o gotas, garantiza su hidratación, en especial si su alimento húmedo no es suficiente.
La hora de la comida, un momento rico en emociones
La personalidad de su gato puede manifestarse durante las comidas, mostrándose ya sea cauteloso o extremadamente ansioso en su presencia. La inclinación hacia la comida varía de un gato a otro: algunos son innatamente curiosos y se interesan por cualquier novedad, mientras que otros, más reservados, tienden a ser menos aventurados.
Es importante entender que las reacciones emocionales de su gato respecto a la alimentación son intrincadas, pero discernibles. Estas respuestas permiten a los expertos en nutrición diseñar soluciones alimenticias balanceadas que se adecuen a las preferencias variadas de los felinos, promoviendo su alegría, bienestar y salud.