Las demandas nutricionales de los felinos difieren entre ellos. Evidentemente, la edad juega un papel – ya sea gatito, adulto o anciano – y también la condición de si el gato ha sido castrado o no. Un macho castrado presenta necesidades distintas a un macho no castrado (lo mismo aplica para las hembras). Ahora, ¿cuál es la razón de estas diferencias y por qué es importante considerarlas?
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¿Qué necesita un gato esterilizado?
Acabas de someter a tu gato a una esterilización y se te ha recomendado modificar su alimentación, pero ¿cuál es la razón? Habitualmente, los gatos se esterilizan alrededor de los 6-8 meses, una etapa que se conoce como junior. Aunque tu gato ya no es un cachorro, todavía no ha llegado a la adultez (es como un adolescente).
Un felino castrado requiere aproximadamente un 20-30% menos de energía en comparación con uno que no lo está, así que es esencial ajustar su cantidad diaria de comida. Esta reducción en las necesidades energéticas se atribuye a diversos factores: disminución en la producción hormonal, menos tendencia a explorar el territorio, no tiene la necesidad de buscar pareja y hay menos confrontaciones, entre otros.
¿Cuáles son los riesgos de no cambiar la dieta de mi gato?
Si no modifica la alimentación de su felino, corre el riesgo de que suba de peso de manera rápida y significativa, lo que puede llevar a problemas de sobrepeso y obesidad. Estos problemas son ampliamente reconocidos en la actualidad, tanto en seres humanos como en mascotas.
Los gatos castrados tienden a ser más tranquilos y menos activos, por lo que suelen aumentar de peso con más facilidad. Esta acumulación de peso puede llevar a problemas respiratorios, dificultades al moverse, afecciones en la piel, trastornos urinarios y más.
Las complicaciones urinarias son comunes en los gatos machos castrados, especialmente si viven exclusivamente dentro de casa. Al esterilizar a los felinos a temprana edad, se previene el desarrollo adecuado del sistema urinario, dejándolo más estrecho y propenso a obstrucciones. La vida sedentaria de un gato de interior promueve la formación de cristales en la vejiga, lo que puede llevar a cálculos urinarios. Por ello, el riesgo de bloqueo del sistema urinario es alto, con posibles resultados graves.
Una alimentación no adecuada, con alto contenido mineral y que resulta en una orina poco ácida, puede agravar el problema. Es esencial seleccionar un alimento de calidad para maximizar las probabilidades de mantener a su gato saludable.
¿Qué alimentos elegir?
Hay una variedad extensa de comestibles para felinos castrados que se pueden encontrar en supermercados, tiendas especializadas y consultorios veterinarios. Una dieta adecuada es esencial para conservar la salud de su gato. Los puntos de venta especializados suelen ofrecer productos considerados de «primera calidad». Es recomendable que la alimentación de su gato castrado:
- Posea un bajo contenido de grasas;
- Sea rica en proteínas de excelente calidad;
- Incluya la cantidad adecuada de fibra para que su felino se sienta satisfecho rápidamente;
- Presente un equilibrio en los minerales para prevenir la formación de cristales y piedras en el tracto urinario.
Existen comestibles que además están fortificados con elementos que ayudan en el manejo de las bolas de pelo (como la fibra de psilio), facilitando su paso a través del sistema digestivo, una preocupación común en gatos que viven dentro de casa.
Si opta por continuar ofreciendo el alimento habitual para gatos adultos a su felino castrado, es viable, pero es esencial disminuir la porción proporcionada en un 20-30%. El inconveniente radica en que su mascota podría solicitar alimento de manera continua (¡tal vez aún más!) dado que la porción no le brindará la saciedad necesaria. Este incremento en la demanda de comida puede desencadenar comportamientos problemáticos, como el llamado síndrome del tigre. Además, disminuir la cantidad de alimento podría llevar a una carencia de determinados nutrientes esenciales.
¿Alimento seco o en lata?
El alimento para felinos castrados se ofrece en dos variedades. Las croquetas son prácticas, de fácil administración y suelen ser más económicas en el consumo diario. Por otro lado, las opciones húmedas, ya sean latas o sobres, suelen tener un costo más elevado, pero generalmente son las más apetecidas por los gatos debido a su textura y aroma.
La corriente moderna en nutrición felina promueve una dieta combinada, que incluye tanto comida seca como húmeda.
No obstante, no existen normas estrictas al respecto. Lo fundamental es asegurarse de que su gato tenga acceso constante a agua fresca si su dieta se basa principalmente en croquetas. Estas tienen un contenido de humedad significativamente menor en comparación con las latas, las cuales pueden contener hasta un 80% de agua.
El consumo de líquidos es esencial para reducir el riesgo de formación de piedras en el tracto urinario. Es evidente que la hidratación de su mascota es tan crucial como su nutrición. Ambos aspectos son fundamentales para conservar la salud óptima de su gato.
